Las entradas a la Catedral de Notre-Dame son tan impresionantes como el propio monumento, y cada una de ellas refleja la rica historia, el arte y la finalidad de esta obra maestra gótica. Cada puerta tiene su carácter único desde los grandes portales de la fachada oeste, adornados con intrincadas esculturas que narran historias bíblicas, hasta las entradas laterales más tranquilas diseñadas para los fieles. Estos puntos de entrada no sólo guían a los visitantes al impresionante interior de la catedral, sino que también sirven como testimonio del ingenio arquitectónico y la importancia espiritual de Notre Dame. Tanto si eres un turista, un peregrino o un entusiasta de la historia, cada una de las 6 entradas te invita a adentrarte en siglos de historia y reverencia.