La catedral de Notre-Dame de París es un ejemplo por excelencia de la arquitectura gótica francesa **** , célebre por su grandeza, innovación e intrincados detalles. Construido entre los siglos XII y XIV, incorpora elementos góticos característicos, como arcos apuntados, bóvedas de crucería y arbotantes, que permitieron muros más altos y vidrieras más grandes.
La fachada está dominada por torres gemelas, elaborados portales adornados con esculturas bíblicas, y la Galería de los Reyes, una hilera de estatuas que simbolizan la conexión entre la iglesia y la monarquía. La altísima nave, magníficos rosetones, y los techos nervados crean una atmósfera de luz y verticalidad divinas. Las gárgolas y las quimeras, tanto funcionales como decorativas, aumentan su encanto místico.